jueves, 23 de marzo de 2017

Los Siete Monstruos Legendarios (argentina y paraguay)

Kerana, la bella hija de Marangatú, fue capturada por la personificación del espíritu del mal, llamado Tau. Juntos tuvieron siete hijos, que fueron malditos por la gran diosa Arasy y todos, excepto uno, nacieron como monstruos horribles.
Los siete son considerados como figuras centrales de la mitología guaraní. Así, en muchas regiones los dioses menores han caído en el olvido mientras que las leyendas de estos siete monstruos se mantienen vivas incluso en los tiempos modernos.
Por orden de nacimiento, son:


Teyú Yaguá, dios o espíritu de las cavernas y las frutas,
Mbói Tu'i, deidad de los cursos de agua y las criaturas acuáticas,
Moñái, dios de los campos abiertos. Fue derrotado por el sacrificio de Porâsý.
Yasy Yateré, deidad de la siesta, único de los siete en no aparecer como un monstruo,
Kurupí, dios de la sexualidad y la fertilidad,
Ao Ao, deidad de los montes y las montañas,
Luisón, dios de la muerte y todo lo relacionado con ella.
deidades
Teyú Yaguá (Teju jagua, en guaraní) significa literalmente "lagarto perro" y está relacionado con las características físicas del mismo es mas grande y tenebroso.Es un lagarto con cabeza de perro y no puede utilizar su fuerza,come solo frutas.
Debido a la maldición lanzada por Arasy contra Taú por haber raptado a Kerana, su descendencia será por siempre deforme y monstruosa.
Así, el primer hijo de la pareja es un enorme lagarto con siete cabezas de perro cuyos ojos lanzan llamaradas. Sus siete cabezas de perro dificultaban cualquier tipo de movimiento. En algunas versiones, Teyú Yaguá sólo tiene una enorme cabeza de perro. Pero en todas las varientes coinciden en su escasa capacidad de moverse.
Su aspecto era el más horroroso de los siete hermanos. Sin embargo su ferocidad fue aniquilada por deseo de Tupá. Era dócil e inofensivo. Aún así era temido por su mirada fulgurante.
Se nutría de frutas y su hermano jasy Yateré le proporcionaba miel de abeja, alimento de su predilección. Fue considerado como el señor de las cavernas y protector de las frutas. Se lo menciona también como genio protector de las riquezas yacentes en el suelo. Su piel adquirió brillo revolcándose en el oro y las piedras preciosas de Itapé.



mitologia argentina



Mbói Tu'i se traduce literalmente por "víbora-loro", lo que describe la morfología de esta criatura. tiene dos patas hacia la cintura, cabeza de loro, y cuerpo de serpiente. Su rasgo puede asustar a las personas. 
Este ser tenía la forma de una enorme serpiente con una gran cabeza de loro y un pico descomunal. Tenía una lengua bífida roja como la sangre. Su piel es escamosa y veteada. Su cabeza está emplumada. Tiene una mirada maléfica con la que asusta a todo aquel que tiene la mala suerte de encontrarse con él. 
Ronda por los esteros y protege a los anfibios. Adora la humedad y las flores. Lanza terribles y potentes graznidos que se escuchan desde lejos y provocan terror en las personas que lo oyen. 
Se lo considera el protector de los animales acuáticos y los humedales. 



mitologia guarani


Moñái tenía el cuerpo de una enorme serpiente con dos cuernos rectos e iridiscentes que funcionan como antenas. 
Sus dominios son los campos abiertos. Puede subir a los árboles con gran facilidad y se descuelga de ellos para cazar a las aves con las que se alimenta y a quienes domina con el hipnótico poder de sus antenas. Es por ello que también se dice que es el señor del aire. 
Moñái era aficionado al robo y ocultaba todos los productos de sus fechorías en una cueva. Los continuos robos y saqueo de las aldeas provocaban gran discordia entre la gente que se acusaba mutuamente por los robos y las misteriosas "desapariciones" de sus pertenencias. 


Mitologia chaquena



Yasy Yateré es una derivación o deformación del nombre original que significaría "fragmento de luna" en guaraní. De allí que inicialmente este personaje tuviera el cabello de color blanco o plateado (por los rayos de luna) y fuera un personaje nocturno. Sin embargo actualmente se lo considera un personaje más bien diurno. 
Muchas de las características de este personaje se confunden con las del Pombero. El Yasy Yateré suele ser representado como un enano o un niño pequeño, desnudo, hermoso, de cabellos dorados, (en algunas variantes barbudo), con un sombrero de paja y un bastón de oro donde residen sus poderes mágicos . 
Suele recorrer el monte a la hora de la siesta, atrayendo a los niños con un silbido hipnótico que imita al de un ave. Se dice que aparece sobre todo durante la época del avatiky (cosecha del choclo o maíz tierno) que gusta comer. 
El Yasy Yateré se vale de su silbido o de su bastón mágico para atraer a los niños, a los que rapta. Los lleva al monte donde los retiene un tiempo para jugar con ellos y alimentarlos con miel y frutas. Luego los abandona o los deja enredados en ysypo (liana). 
Antes de abandonarlos, el Yasy Yateré los lame o los besa, dejándolos tontos o idiotas (tavy: akã tavy), mudos (ñe' engu) o sordomudos. Sin embargo, éstos se recuperan después de un cierto tiempo. En algunas zonas se cree que al cumplirse un año del rapto, el niño tiene un "ataque" con convulsiones (epilepsia). 
En otras versiones, si el Yasy Yateré se cansa del niño, puede llevarlo al río donde lo ahoga . 
Una forma de volver inofensivo a este personaje es quitándole su bastón dorado, sin el cual se carece de poderes. Entonces el Yasy se pone a llorar como un niño pequeño. Para conseguir esto, basta con embriagarlo con caña (aguardiente), bebida a la que es muy aficionado. 
Otra forma de congraciarse con él es ofreciéndole pencas de tabaco, que se dejan en zonas aledañas a la casa o bien en los caminos de entrada al monte. 


Mitología Argentina (deidades)

kurupi Tiene la apariencia de un hombre más bien bajo, fornido, muy moreno retacón y extremadamente feo con manos y pies velludos. No posee coyunturas, por lo que su cuerpo es de una sola pieza, En algunas versiones tiene los pies hacia atrás por lo que es muy difícil seguirlo. Sin embargo su principal característica es su enorme y larguísimo pene que lleva enrollado a la cintura, el cual usa para atrapar a sus víctimas
Sus ataques a las mujeres solas que se aventuran por la selva por leña son mucho más agresivos y crueles que los de su hermano Yasy Yateré. El Kurupí viola y mata a sus víctimas. Sin embargo, su mayor diversión es raptar a las vírgenes, quienes desaparecen misteriosamente para regresar encintas y listas para parir a los siete meses. Los hijos de Kurupí mueren al séptimo día por un extraño mal. También se dice que con sólo verlo, las mujeres se vuelven locas. 
Kurupí es el genio de los animales silvestres, especialmente de los sementales. No abandona nunca la selva donde reina con el poder de su sensualidad, excepto para raptar a sus víctimas. 
Una forma de huir de este engendro es cortándole el pene, con lo cual se vuelve inofensivo. Otra opción es treparse a un árbol, ya que al carecer de articulaciones no podrá subir 


deidades

Ao Ao es una especie de animal cuadrúpedo, con un gran parecido con una oveja, pero con cabeza de jabalí; y con la diferencia de que es más grande y además muy feroz. Posee la facultad de reproducirse solo y vive en una gran manada en las zonas más inhóspitas de cerros y montañas. 
El Ao Ao se alimenta de carne humana y de oveja por eso es perseguido capataces de estancias; vive persiguiendo a las personas que se aventuran por los cerros. Una forma de escapar de este ser es subiéndose a una palmera pindó, árbol sagrado. De ese modo Ao Ao queda desorientado, pierde el rastro de la víctima y abandona la persecución. Cualquier otro árbol será arrancado de cuajo por este personaje y su víctima caerá en sus garras. 
Por su capacidad de reproducirse solo es considerado como la deidad de la fecundidad. Además era considerado como el dominador de los cerros y montañas. 
Aó Aó es un animal maligno parecido a la oveja y se cree que es uno de los siete hijos de las dos deidades maléficas Taú y Keraná. Es caníbal y está armado de poderosas uñas con las cuales devora a cualquier persona que encuentra en su camino. Es dominador de cerros y montañas, y nadie puede salvarse de él ni bajo tierra ni en los árboles. Se dice que tiene varios hijos, todos caníbales y feroces como él. Cuando salen en manadas, persiguen a las personas y si estas tratan de salvarse trepando a los árboles, los Aó Aó van a rodearlas en círculo y a los gritos de ¡aó-aó-aó-aó! cavan las raíces de los árboles, los derriban y devoran a sus víctimas. 
La única salvación contra este engendro es subírsele a una planta de pindó. Pues con la palmera no puede, porque es árbol sagrado del Calvario, bendecido por Tupá por ser la única planta que alimentó a Jesús Infante por los duros caminos de Egipto, 


mitologia argentina



El séptimo alumbramiento de Keraná fue tan terrible como los seis anteriores. Esta vez, de su vientre, nació una criatura totalmente contrahecha. Su cabeza, semejante a la de un perro, deja ver una larga hilera de filosos dientes de diferentes tamaños. Sus orejas son pequeñas e impuestas en la parte superior del gran cráneo. Su cuerpo esmirriado y seco, sus extremidades mitad humanas, mitad garras le dan un aspecto desgarbado. Se le conocerá con el nombre de Luisõ. Luisõ habita en los campos santos y se alimenta de los cadáveres que allí desentierra. Se le puede escuchar en las noches de luna llena, cuando emite sus lastimeros y aterrorizadores aullidos trepado a las lápidas de las tumbas.

El lobizón (también conocido en otras regiones sudamericanas como lobisón, lubisonte, luis rufino malo y luisón), es un equivalente al sinónimo sudamericano del hombre lobo europeo. 
La leyenda dice que el lobizón es el séptimo y último hijo de Tau y Kerana, en quien sobrecayo la mayor maldición que pesaba sobre sus progenitores (esto último, según la Mitología Guaraní), que en las noches de luna llena de los Viernes; y/o Martes se transforma en un "animal" que mezcla las características de un perro muy grande y un hombre (otras veces, también, mezcla las características de un cerdo). 
Para la transformación, el maldecido, comienza sintiéndose un poco mal; por ejemplo comienza sintiendo dolores y malestares, luego , presintiendo lo que va a venir, busca la soledad de un lugar apartado, como la partes frondosas del monte, se tira al suelo y rueda tres veces de izquierda a derecha, diciendo un credo al revés. El hombre-lobisón se levanta con la forma de un perro inmenso, de color oscuro que va del negro al marrón bayo (dependiendo del color de piel del hombre portador de "la maldiciónmitologia guarani, ojos rojos refulgentes como dos brasas encendidas, patas muy grandes que son una mezcla de manos humanas y patas de perro, aunque otras veces, también tienen forma de pezuñas y que despide un olor fétido, como a podrido. Luego se levanta para vagar hasta que caiga el día. Cuando los perros notan su presencia le siguen aullando y ladrando, pero sin atacarlo, por donde vaya. Se alimenta de las de heces de gallinas (por eso se dice que cuando el granjero ve que el gallinero esta limpio, es porque el lobizón anda acechando por el lugar), cadáveres desenterrados de tumbas y de vez en cuando come algún bebé recién nacido que no haya sido bautizado. El lobizón es reconocido porque: 
Son hombres flacos y enfermizos, que desde niños, fueron personas solitarias y poco sociables 
Cae siempre en cama enfermo del estómago los días después de su transformación. 
El hechizado vuelve a su forma de hombre al estar en presencia de su misma sangre, así, al ser cortado, recuperará su verdadera forma. Pero se vuelve enemigo a muerte de quien descubre su sagrado secreto y no se detendrá hasta verlo muerto. 
Para matar a un lobizón se tiene que hacer con un arma blanca o con una bala bendecida. 
Para alejarlo, ante su presencia, se debe arrodillar y rezar un padre nuestro, realizar la señal de la cruz, arrojarle agua bendita o un tizón al rojo vivo y/o también botellas rotas. El hombre-bestia puede volver a pasar su maldición, pasando por debajo de las piernas de otra persona, así el queda curado y el otro hombre queda maldecido. Al matarlo el se transformara en humano nuevamente y así podrá ser liberado del mal que lo acosa. 
Las diferentes historias, por lo general, no muestran al ya nombrado lobisón como una bestia agresiva con los humanos, si no que más bien pacífica aunque hay que estar siempre alerta ante un posible ataque, ya que no es una bestia amigable. 


Mitologia chaquena

Ahóusa
Es el dios Carancho, el gran héroe civilizador de los chorotes. Según relatos recogidos por Alejandra Siffredi, sustrajo el secreto de cómo hacer el fuego a un hombre que lo conocía y lo llevó a su gente, a fin de que ésta pudiera conseguir la miel de la avispa lachiguana ahuyentándola con humo y evitar asi sus picaduras. 
A un ciego que había matado muchos niños lo hizo caer en el fuego, y de sus cenizas salió Atá, el cuervo. También incineró a una especie de ogresa que había asesinado a muchas personas, y de sus cenizas salió un pájaro al que llaman "sáti" o "saatí". La lucha de Ahóusa contra la gigantesca y celestial águila harpía dio origen al color de los pájaros. Con su pico perforó el poderoso pecho del águila, y la sangre, que saltó con gran fuerza, tiñó el plumaje de las distintas especies de pájaros.

Mitología Argentina (deidades)
Ahóusa contra Ehieie la vampiresa:
Ehéie es la mujer vampiro argentina. Los aborígenes entienden que ella era una muchacha jovencita que cometió terrible afrenta en contra de la esencia universal. Por tanto, el castigo merecido debía poseer el mismo tenor significativo de aleccionamiento.
Veamos cómo define a este ser de la superstición Colombres

Ehéie
Vampiresa mítica de los chorotes. Según un relato recogido por Alejandra Siffredi, era una bella mujer, pero por transgredir el tabú de entrar en el monte durante la menstruación se convirtió en un ser maléfico. Numerosas víboras anidaron en su vientre, las que dieron muerte primero a su marido, picándole el pene, y luego a los jóvenes que se acostaban con ella. Como todos la deseaban, por ser muy atractiva, fueron muchos los que perdieron así la vida. Afligida, la gente pidió ayuda a Ahóusa, el dios Carancho, quien descubrió la causa por la que morían los hombres y la quemaron incendiando el monte en el que vivía. Pero no murió del todo. Cuando Ahóusa fue a remover lo que había sido su cuerpo, vio que algo se movía: era un vampiro, que había nacido de sus restos. Antes de volar, este le anunció que se dedicaría siempre a chuparles la sangre.

Atá
Personaje mítico chorote. Era un ciego muy cruel, que mató muchos niños. Ahóusa le tendió una trampa, haciéndolo caer en el fuego. Murió incinerado, y de sus cenizas nació el cuervo, ave a la que llaman “atá”.

Aguara-Tunpa
Literalmente, Zorro-Dios. Deidad del mal de los chiriguanos o guaraníes occidentales, al que les gusta jugar con el destino de los hombres. Lucha siempre con Tunpa, el dios creador, procurando deshacer su obra. Aña-Tunpa encargó a Aguara-Tunpa introducir la guerra, la discordia y la muerte entre los hombres. Una vez incendió los campos y pastizales, a fin de matar a los animales con los que se alimentaba la gente, lo que desató una gran hambruna que por poco hace desaparecer la humanidad de la faz de la Tierra. Con el mismo propósito de acabar con ella envió otra vez el Diluvio, del que sólo se salvó una pareja de niños navegando en un mate. Los niños desembarcaron en el actual Paraguay, donde luego habrían de multiplicarse y regenerar la etnia.



Ajatáj
Dios wichí. Fue creado por Nilatáj, con quien se confronta en los mitos cosmogónicos. Reina en el mundo subterráneo, habitado por múltiples potencias de signo nefasto para el hombre, los Ajat, que son sus servidores. Ajatáj suele ser asimilado a Satanás, y se dice que poder es semejante al del Dios de los cristianos. En realidad, se trata de un ser bastante complejo. De él dependen los dueños de los animales del monte; es también dueño de las enfermedades y de los chamanes, a los que otorga poderes específicos. Su dominio se extiende al mundo acuático. deidades
Ajti.it’a
Personaje de la mitología Chulupí o nivakle. Es el Antiguo, nieto de K’afok. Fue este héroe quien dio muerte a Stavu’un, el Cuervo Real, cuyas depredaciones habían puesto en peligro a la humanidad primitiva, pues se comía a todos los cazadores que hallaba en el monte. En primer término Ajti.it’a mató a las crias del Cuervo Real, las que se lo pasaban jugando con los huesos de las víctimas de su padre. Esto motivó una tenaz persecución por parte de Stuvu’un, llena de transformaciones mágicas, en la que Ajti.it’a contó con el apoyo de su abuela. Ésta agotó a Stavu’un en vanas búsquedas por el cielo, dándole indicaciones falsas, lo que facilitó a su nieto la tarea de acabar con ella. La carne y la sangre del Cuervo Real sirvieron para que varios mamíferos alcanzaran su fisonomía actual, y también para explicar el color rojo o rosado de varias aves, como el flamenco y la espátula.


Ajuntsaj
También Ajnuchaj. Es el dios Carancho, héroe cultural de los wichí, a los que además de enseñarles costumbres útiles los salvó de numerosos peligros. Su espíritu es consultado por los chamanes.

2 comentarios:

  1. Muy bueno es interesante saber que tenemos dioses...No soy muy creyente pero me facina lo que sea nuestra historia...

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