sábado, 7 de mayo de 2016

Nyx la diosa de la noche


Según la mitología griega, en el principio sólo reinaba el Caos o la Nada. De él surgieron los dioses primordiales de los cuales proceden todos los demás. Estos dioses primigenios eran Gaia (la Madre Tierra), Eros (la fuerza de la Procreación), el Tártaro o Inframundo, un gran pozo de oscuridad bajo la tierra (el Infierno de los griegos), Erebo o dios primordial de la Oscuridad y Nyx, la diosa de la Noche.

Como una de las diosas más antiguas, Nyx jugó un papel muy importante entre los antiguos griegos, entre otras cosas porque era la responsable de la existencia de muchos de sus dioses más importantes. Dos de sus hijos fueron fruto de la unión con su hermano Erebo, Eter y Hemera, dioses del Cielo y de la Luz del Día respectivamente.

Los griegos creían que el día comenzaba cuando Hemera salía del Tártaro a la superficie, sustituyendo a su madre Nyx, y que la noche llegaba cuando la hija regresaba al Inframundo y volvía a ser sustituída por su progenitora.

El resto de su descendencia fue engendrada por ella misma. Algunos de sus hijos fueron:
Los gemelos Hipnos y Tánatos, espíritus del Sueño y de la Muerte. Solían sobrevolar la Tierra cada noche con su madre Nyx. Algunos dicen que ambos hermanos procrearon a los Oneiroi (los Sueños).

Otras versiones cuentan que eran sus hermanos menores cuyo líder era Morfeo.
 
Las Keres, espíritus femeninos, también conocidas como las Furias, diosas de la muerte violenta (aquella que acontecía en el campo de batalla, por accidentes, asesinatos o enfermedades especialmente virulentas y crueles).
 
Némesis, diosa de la Justicia Divina y del Equilibrio. Ella se encargaba de distribuir en su justa medida tanto la felicidad como la desgracia, así como de repartir el castigo o recompensa merecidos.
Las Hespérides, guardianas de las manzanas de oro en el jardín del mismo nombre.
Styx, diosa del río Estigia y personificación del Odio.

Nxy tuvo muchísimos hijos más, la mayoría de carácter maléfico y oscuro. No en vano su hogar era el Inframundo y su reino era la Noche. Los griegos la representaban como una bella mujer alada que conducía un carro, ataviada con un gran manto negro plagado de estrellas y acompañada de sus hijos Hipnos y Tánatos. Sus poderes excedían a los de cualquier otro dios y su culto se llevaba a cabo en toda Grecia.
 Hypnos y Thanatos portando a Sarpedón, Nueva York, Metropolitan 1972.11.10 de Eufronio

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