martes, 1 de marzo de 2016

Las leyendas de estas 10 ciudades europeas

Roma y Rómulo y Remo 
Roma y Rómulo y Remo
Probablemente la leyenda más conocida sea la de Rómulo y Remo, los gemelos de la mitología que fundaron la ciudad de Roma. Estos hermanos nacieron de la unión entre la princesa Rhea Silvia y el dios romano de la guerra, Marte. El rey tenía miedo de que los hermanos lo destronaran algún día por lo que les abandonó en el río Tiber. Los gemelos fueron encontrados por una loba que cuidó de ellos hasta que un pastor los encontró. Años más tarde, mataron al rey y decidieron crear una nueva ciudad.
 Cracovia y el dragon 
Cracovia y el dragon
En Polonia, a los pies de la montaña Wawel, vivía un terrible dragón. Nadie sabía de dónde venía o como había llegado ahí, pero aterrizaba a la población. Nadie fue capaz de desafiar a aquella bestia hasta que un joven zapatero liberó la ciudad de su pesadilla. Utilizó una mezcla de azufre y alquitrán y la escondió dentro de la piel de un cordero, el dragón murió de inmediato al ingerir aquella mezcla mortal. Así fue como el joven zapatero, se casó con la princesa del reino y liberó a Cracovia.
 Antwerp y el gigante 
Antwerp y el gigante
La leyenda del puerto más grande de Bélgica comienza con un gigante llamado Druon Antigoon, que vigilaba el río Scheldt, que cruza la ciudad. El gigante, guardián del río, pedía un peaje a todo aquel que cruzara el río y cortaba la mano a todo aquel que se negara. Un día, el gigante probó su propia medicina cuando un joven soldado llamado Brabo le cortó su mano. Gracias a él, la ciudad de Antwerp fue creada.
 Liubliana y el monstruo 
Liubliana y el monstruo
Esta leyenda está basada en la mitología griega, su héroe mitológico Jasón y sus camaradas se detuvieron cerca del nacimiento del río Liublianica, al darse cuenta de que ahí vivía un monstruo. Ese monstruo, que era el dragón de Liubliana fue derrotado por Jasón. Hoy en día tiene su morada en la cima de la torre del castillo, en el escudo de la ciudad.
 Vilna y el lobo de acero 
Vilna y el lobo de acero
Un buen día, el Gran Duque de Lituania fue a cazar, se le hizo tarde y pasó la noche en el bosque. Soñó que en la montaña, un enorme lobo de acero lo miraba y aullaba tan fuerte como si tuviera cientos de lobos aullando dentro de él. La mañana siguiente, un pastor pagano le explicó lo que aquello significaba: el acero del lobo implicaría que esa ciudad se convertiría en la capital y los aullidos que el nombre de aquella capital sería conocido en todo el mundo.
Lisboa y Odiseas
 Lisboa y Odiseas
Odiseas viajó durante 10 años luchando contra monstruos del mar, gigantes y todo tipo de criaturas. Un día, fue sorprendido por un rayo de luz que se convirtió en fuego al llegar a la tierra. Cuando Odiseas llegó al origen de aquello, fue encomendado una misión por el dios Zeus, tenía que construir una ciudad en el punto exacto del impacto, y aquel fue el comienzo de la ciudad de Lisboa.

Nápoles y las sirenas 
Nápoles y las sirenas
Antes de que Nápoles se conociera por su nombre, se llamaba Partenopea. Su nombre procedía de una de las tres sirenas. Partenopea intentó seducir al héroe griego Odiseas (mencionado en la leyenda anterior), pero no lo consiguió y murió por desamor. Su cuerpo fue encontrado en las costas de la isla Megaride, y en el lugar de su tumba se creó la ciudad de Partenopea, más tarde llamada Nápoles.
 Atenas y la diosa Atenea 
Atenas y la diosa Atenea
Cuando Atenas fue creada, la Diosa de la Guerra y la Sabiduría Atenea y el Dios del Mar, Poseidón, se convirtieron en sus guardianes. Los ciudadanos debían decidir quién se convertiría en su defensor y para ello, cada uno debía aportar un regalo, y ganaría el mejor. Poseidón regaló un caballo al pueblo, y Atenea regaló un olivo. Los ciudadanos optaron por el regalo de la diosa Atenea, lo que la convirtió en su guardián y dio su nombre a la ciudad.
 Zagreb y el caballero sediento 
Zagreb y el caballero sediento
Cuenta la leyenda que hubo una vez un joven caballero merodeando por el monte Medvenica, que al cabo de las horas estaba extremamente cansado y sediento. Pasaba por ahí una bonita mujer, que le preguntó si necesitaba ayuda. Él le preguntó por agua y ella sugirió que rascara la superficie. Así lo hizo, y encontró el agua. El caballero le estuvo tan agradecido que le pidió la mano en matrimonio y prometió que construiría una ciudad en ese lugar.
 Varsovia y la sirena 
Varsovia y la sirena
Una sirena nadaba en el río Wisla cuando fue capturada por un pescador. Cuando oyó su voz, se enamoró de ella y decidió capturarla para entretener a la gente. Un día, un joven pescador, la rescató de aquel infierno y la sirena le prometió que le ayudaría cuando lo necesitara. Desde ese momento, la sirena se convirtió en el símbolo de Varsovia.

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