sábado, 8 de agosto de 2015



En la mitología romana, Caco (en griego antiguo Κακός Kakós, ‘malo’ o ‘malvado’; en latín Cacus), hijo de Vulcano y hermano de Caca, era un gigante que vomitaba torbellinos de llamas y humo.  Era descrito como un ser "medio hombre, medio fiera" y según algunas versiones contaba con tres cabezas. Vivía en una cueva del monte Aventino en el Lacio (actual Roma), en cuya puerta siempre colgaban, para horror de los habitantes del lugar, las cabezas sangrantes de los humanos que devoraba.

Según la Eneida, en la que Evandro cuenta la historia a Eneas, Hércules condujo los rebaños de bueyes de Gerión, tras darle muerte, hasta las orillas del Tíber, cerca de la morada de Caco. Mientras pastaban Hércules se durmió y Caco se encaprichó del ganado, robando cuatro parejas de bueyes que condujo a su cueva arrastrándolos de espaldas por el rabo, de forma que no dejaran huellas. Cuando Hércules despertó y se dispuso a abandonar los pastos, el ganado que le quedaba empezó a mugir lastimeramente hacia la cueva, donde una vaca respondió.
Hércules corrió furioso hacia la cueva. Caco, aterrorizado, se atrincheró en su cueva tapando la entrada con una enorme roca que pendía del techo con cadenas forjadas por Vulcano. Hércules se vio obligado a arrancar la cima de la montaña para abrirse paso, y desde lo alto, atacó a Caco lanzándole rocas y troncos de árboles. Al verse sin escapatoria, Caco comenzó a vomitar humo y llamas. Perdiendo finalmente la paciencia, Hércules saltó a la cueva, dirigiéndose a la zona en la que el humo era más denso, agarró a Caco y lo estranguló. Según Ovidio, lo mató a golpes con su garrote.

Otra versión cuenta que Caco hizo caminar de espaldas a las reses para no dejar nuevas huellas. Cuando Hércules pasó con el resto del ganado frente a la cueva de Caco, donde estaban escondidas las reses robadas, empezaron a llamarse unas a las otras.

En la antigua mitología romana, Caco (en latín Cacus) era un dios del fuego. Posteriormente fue degradado al gigante anteriormente descrito. En los mitos romanos, fue Caca quien traicionó a su hermano contándole a Hércules dónde estaba la cueva en la que se escondía con el ganado robado. Después de matarlo, Hércules fundó un altar en el lugar donde el Foro Boario, el mercado de ganado, se celebraba posteriormente.

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